Hora Perfecta Meditando
Cuando se acerca el alba bien despacio
a esta hora perfecta
me detengo a meditar casi dormida
otras veces con el iris abierto
el sueño es eternamente ausente
así queda mi cuerpo
con mis manos y mi brazos extendidos
y mis ojos recorren
los pasos y huellas que se dejan
y abrí la puerta del alma ese día
pues mis yemas le ponen su nombre a lo que toco
me dan un giño azul y también rojo
en el centro estremecido de mi pecho
No puedo olvidarlo
su aroma me llega con el mar
arenas de color cobalto, sabor a sal
que pintan tu nombre con la espuma
que mi cuerpo esculpió de mil figuras
murmurando amor en su lenguaje
Llueve, amanece, gira el reloj
me conmueven esos minutos que me gritan
que en mi alma va tallado allí tu nombre
oh mi luz que marcaste mi destino
abrace el Sagrado misterio de tu vida
convencida de su amor eterno y puro
seguí mil veces el sonido del silencio
recitando, abrazando con el viento
esas notas tan difícil de olvidar
con la cara tapada y aturdida
donde pronuncio solo, el verbo amar
Como decirte, que mi amor nunca se muere
Si te claman mis labios en horario completo
tu mi talismán, mi fogata, mi verbo
te anido hace tiempo en mi infinito universo
y llega otra semana sin saberte y quererte
que te puedo decir si me muero sin verte
en ese sur del camino de las horas vacías
es tu senda lejana paralela de la mía
ese por el que yo voy, con las luces del cielo
ese por el que tú vas, abrazando los sueños
Pero el clima cambia, el viento hace silencio
y me traiciona el llanto a punto de estallido,
me pregunta por qué , tu hoy no estas conmigo
pesada soledad, en las horas ingratas
donde me falta el beso para seguir viviendo
decirte ahora quiero cuando llega el invierno
que ya no tengo miedo seré yo tu misterio
para que reconozcas para mi bien o para mal
lo bendito que es, que me sigas queriendo.
Aurora M. Mendoza
14 de mayo de 2012
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